Hacer una salida para ver aves en el campo parece un buen plan para vacaciones. Tratar de hacerlo con los peques de casa parece que cambia el modo de verlo.
La primera impresión que podemos tener es que los niños se aburren viendo aves, donde no tienen una pelota para correr o en muchos casos la conexión a internet es nula. Por si fuera poco, es necesario estar en silencio para disfrutar de las observaciones.
Pues nada más lejos de la realidad, por la experiencia que tenemos en Birdwatch Asturias. Trabajando en el Parque Nacional de los Picos de Europa hemos visto que los niños no solo no se aburren, sino que, además, disfrutan mucho viendo la naturaleza.
Cuando salimos con ellos, además de ver aves les contamos infinidad de cosas acerca de ellas, de sus costumbres, viajes migratorios, alimentación. Todo esto con un lenguaje fácil y accesible para ellos.
Para que la salida se pueda disfrutar mejor llevamos prismáticos adaptados para ellos, así como telescopio preparado para su altura.
Lo que hemos podido observar es que cuando se lo pasan bien y no se aburren consiguen que los padres también se lo pasen bien, observando las aves y viendo a sus hijos disfrutar de la naturaleza y aprender sobre ella.
Aunque no siempre es fácil conseguirlo. A veces es difícil dar con esa motivación que despierte su interés por conocer todo lo que podemos aprender de la naturaleza y que nos ayuda a entenderla y protegerla mejor.
En Birdwatch Asturias hacemos talleres de educación ambiental para colegios e institutos, lo cual nos supone una ayuda a la hora de trabajar con estas edades. La experiencia que nos da la realización de estos talleres en centros escolares nos permite conseguir un enfoque diferente a la hora de hacerles entender la naturaleza.
Podéis ampliar la información sobre talleres de observación de aves y conocer algo más de nuestro trabajo.
Hemos tenido casos en los que las familias han repetido la experiencia porque se lo han pedido los pequeños de la casa y, cuando ves que repiten alguna actividad de observación de aves con nosotros, te motiva para seguir haciendo este trabajo.
Así que no lo dudéis: ir a ver aves con niños es posible y, además, divertido.